¿Necesita introducción? Es el juego que nos enseñó que el botón B era para correr y el A para saltar. Su primer nivel ha sido recreado en un sin fin de editores de pantallas de millares de juegos. Precisamente esa primera pantalla se elige como ejemplo de un excelente diseño para el aprendizaje del sistema de control del título. Finalmente, nos enseñó también algunos trucos para ahorrar recursos que han estado delante de nuestros ojos y no se habían descubierto hasta hace bien poco, demostrando su eficacia.
Fue el primer juego de muchos ya que venía en pack con la consola, ya fuese el solo o junto con Duck Hunt. Se compone de 8 mundos con 4 niveles cada uno, donde el cuarto es un fuerte del malvado Bowser que ha tenido la osadía de raptar a la princesa de las setas del reino champiñón, Peach. Cuando el protagonista, el hiper duper mega chuli super Mario, llega al final de cada una de estas mazmorras nos encontramos con un pequeño Toad que nos avisa que continuemos con la búsqueda de la princesa en el siguiente nivel.
Cada pantalla suele incorporar siempre algún nuevo reto para poner a prueba las capacidades plataformeras del jugador. A veces, existen en el nivel algunas rutas secretas que permiten a Mario atajar hasta el final. Incluso avanzar un número de mundos. Existen tres tipos de niveles. Los de superficie y subterráneos que se centran en saltar de una plataforma a otra esquivando enemigos y evitando caer por los agujeros. En estos aparecen escondidos en algunos de los bloques de interrogación distintos power ups para Mario; setas para hacerse mas grande, flores de fuego, estrellas… Después están los que transcurren bajo el agua, aquí el fontanero es mas vulnerable al no poder eliminar a los enemigos a menos que se posea una flor de fuego, así que en este caso el objetivo será sortear los obstáculos hasta llegar al final.
Llega un momento, ya sea por amigos o por revistas, que todo el mundo se conoce los atajos que te dejan directamente en el último mundo, pudiéndote pasar así el juego en muy pocos minutos. El hecho de que todo el mundo conoce este atajo ha hecho que se de por sentado que Super Mario Bros. es un juego muy sencillo. Nada mas lejos de la realidad.
Nos hemos acostumbrado demasiado a ese atajo y si alguien se atreve a intentar pasarse todas y cada una de las pantallas, podrá comprobar como algunos niveles se las trae el diablo. A partir del quinto mundo las pantallas requieren de saltos con bastante precisión, además de sortear enemigos colocados de una forma bastante enrevesada. Es mejor aprovechar los primeros niveles para ir cogiendo unas cuantas vidas, porque se van a necesitar.
Los gráficos, según sus creadores, los habían optimizado tanto como podían en aquella época. Antes de aquella revolución de incluir chips especiales para potenciar el aspecto visual y sonoro. Aún así son muy limpios y detallados lo suficiente como para comprender que está pasando. Los controles son muy precisos y también han sido un ejemplo a seguir en futuros juegos.
La música también esta en la categoría de clásico, con uno de los temas mas reconocidos en el mundillo del videojuego y melodías, que aunque se cuentan con los dedos de una mano, se siguen utilizando hoy en día con nuevas remasterizaciones.
Existe la versión DX para GameBoy Color que incluye nuevas características, misiones y objetivos que lo hacen mas largo y entretenido. Por otro lado, esta el remake que apareció en pack para Super Nintendo en el cartucho de Super Mario All Stars. Gráficos y música mejorada que le da un lavado de cara muy agradable. No se puede discutir que estas dos adaptaciones son mejor opción que jugar al de NES.
Este juego ha conseguido 2 estrella de 3 en mi lista de completados.
Que decir. Es un clásico que debería ser obligatorio de jugar por todo aquel que diga que le gustan los videojuegos, aún así no es que sea excesivamente necesario jugarlo. Es un buen plataformas, pero existen muy buenas alternativas que fueron apareciendo después. Pionero en el género que estará siempre en el recuerdo de todo joven chaval de los 80. Los controles siguen siendo igual de buenos y a pesar de los años, ha envejecido muy bien. Si conocéis a alguien que no lo haya jugado os doy permiso para señalarle con el dedo por la calle.