Para cambiar un poco el ambiente entre tanto juego, os voy a poner una receta para un bocadillo que esta para chuparse los dedos hasta quedarse sin huella dactilar que me suelo elaborar. En realidad no es que sea algo increíble o elaborado con pasos chungos o con ingredientes que no podemos tener en casa, es sencillo.
Con ustedes, el Gurkette;
Necesitas;
- – Un par de trozos de pechuga de pollo. Las que vayas a comerte o necesites.
- – Lechuga para hacerle una cama
- – Un par de trozos de tomate laminado para acolchar la cama
- – Una loncha de queso para ponerle las sabanas
- – Mayonesa para hidratar el pollo
- – Salsa Burguer Dia% para ensuciar el pan
Uh!oh! Ahí hay un ingrediente que no tenemos todos en casa, muy pocos diría. Cierto es, os he mentido.Es una salsa que descubrí recientemente. Durante una de esas noches de navegación por internet, llegué a un tema de discusión de si se podía comprar en algún lugar la misma salsa que se usaba en los Big Mac. Parece ser que existe, y es una salsa burguer que venden en el Carrefour. Desgraciadamente no dispongo de una cerca, así que en un paseo por el Dia ví que también tenían una. Para mi sorpresa el sabor era muy muy similar, así que fue una compra exitosa.
El problema de comprar esta salsa solo para usarla en hamburguesas es que, hay que comer hamburguesas. Y eso no es algo que se pueda hacer cada día, así pues en mi intención de sacarle provecho al bote decidí experimentar. Y voilà.
Fríe las pechugas de pollo. De mientras, prepara el pan para untarle ligeramente de esta salsa burguer. Pon encima la lechuga y las lonchas de tomate. Encima de todo esto pon la loncha o lonchas de queso donde apoyarás el pollo. Una vez puesto el pollo, úntalo muy ligeramente con un poco de mayonesa. Ponle el otro trozo de pan y prepara dos servilletas, uno para limpiarte el morro y otro para limpiar las babas de la mesa.
¡Riquísimo! Pueden omitir la mayonesa si quieren, o reemplazare algún ingrediente como un par de tiras de pimiento verde frito en vez de lechuga y tomate. No es nada del otro mundo, verdad? Pero que rico.